Soy Pablo, tengo 30 años y fundé Boil para que la ropa diga lo que muchos callan.
Todo empezó cuando comencé a diseñar lo que no encontraba. No quería vestirme “bien”, quería vestirme fuerte. Algo que incomode, que atraiga, que marque territorio. Y sin buscarlo, la gente empezó a notar. Preguntaban. Querían. Y ahí entendí: no era solo mío.
Me mudé de Chaco a Buenos Aires y vi que no estaba solo. Hay fuego en la gente. Ganas de romper con lo plano, de vestirse como un grito.
Boil nació para eso.
Es una marca urbana, filosa y sin miedo. No hacemos ropa para encajar, hacemos ropa para destacar. Para que lo que te pongas no solo hable por vos, sino que te empuje a ir más allá. Que acompañe tu cuerpo y potencie tu forma de estar en el mundo.
Cada prenda está pensada para durar, para provocar, para moverse con vos.
No seguimos tendencias. Seguimos el instinto.
Y si estás acá, seguro el tuyo ya te trajo.
Bienvenido a Boil.
Vestite como si tu historia mereciera ser contada.